Las ayudas a las renovables se han reducido considerablemente en toda Europa, por lo que los acuerdos de compra-venta de energía (comúnmente denominados PPA  por sus siglas en inglés, Power Purchase Agreeement) se convierte en una opción muy atractiva para los inversores en energías renovables.

Asimismo, el mercado de los PPAs ha recibido un impulso, con un aumento del 1,1 GW en 2016 a 1,4 GW en 2017. Esta mejora del sector de los PPA procede en cierta manera de la orden de eliminación de todo tipo de barreras administrativas a los contratos de PPA de energía eólica y solar que deberán hacer los distintos estados miembros según establecerá la próxima Directiva Europea de Energías Renovables. Además de esta modificación, la nueva Directiva instará a los gobiernos a introducir políticas que incorporen los PPAs renovables en sus planes de Energía Nacionales para 2030.

Uno de los mayores retos es encontrar compradores que requieran las capacidades de los grandes parques eólicos, por ejemplo. Una solución para evitar esto es compartir capacidad de energía entre varios agentes.

Esta opción será cada vez más atractiva para los consumidores de energía a medida que los precios se van reduciendo. Y esto no solo funcionará en Europa sino que también se están dando casos en el resto del mundo.

Los PPA se incluyen en la modalidad de contratos de suministro de energía (o ESC por su siglas en inglés, Energy Supply Contracting) para los cuales estamos elaborando unos criterios técnicos y unas directrices financieras de calidad en QualitEE, con el fin de asegurar una calidad mínima en la prestación de estos servicios.